La extracción del CBD es un paso importante para obtener un aceite puro, eficaz y seguro. Los métodos utilizados influyen directamente en la calidad, la concentración e incluso el sabor del producto final.
Puntos clave
- Cada método de extracción determina la pureza y la composición del aceite.
- El CO₂ supercrítico sigue siendo la técnica más limpia y eficaz.
- Los disolventes naturales o a base de aceite ofrecen una alternativa más artesanal, pero menos precisa.
Contenido
Extracción con CO₂ supercrítico: la referencia en calidad
La extracción de CBD con dióxido de carbono (CO₂) supercrítico se considera actualmente el método más seguro y eficaz para obtener un aceite de CBD altamente concentrado.
El proceso se basa en un principio sencillo pero extremadamente preciso: el CO₂ se somete a alta presión y a una temperatura controlada, entre su estado gaseoso y líquido.
En este estado «supercrítico», actúa como un disolvente natural, capaz de extraer los cannabinoides y terpenos sin alterar su calidad.
Este método presenta varias ventajas, entre ellas:
- Pureza excepcional: el CO₂ no deja residuos químicos, a diferencia de otros disolventes. El aceite obtenido es totalmente limpio y cumple con las normas de seguridad alimentaria.
- Conservación de los compuestos activos: la temperatura controlada preserva los terpenos y flavonoides, responsables de los aromas y efectos del cáñamo.
- Control del perfil final: los fabricantes pueden ajustar la presión y la temperatura para extraer solo determinados cannabinoides (CBD, CBG, etc.) en función del resultado deseado.
Por lo tanto, la extracción con CO₂ es la preferida por los laboratorios y marcas de alta gama. Garantiza una aceite de CBDestable, puro y potente, pero su coste de instalación sigue siendo elevado. Este proceso requiere equipos técnicos y conocimientos precisos.
En resumen, si busca un producto de primera calidad, el aceite extraído con CO₂ supercrítico es la mejor opción, tanto por su calidad como por su seguridad.
La extracción con disolventes: un método eficaz pero controvertido
Antes de la democratización del CO₂, la extracción del CBD se basaba principalmente en el uso de disolventes. Estos disuelven los compuestos activos del cáñamo antes de que el disolvente se evapore para conservar solo el aceite rico en CBD.
Los disolventes más comunes son el etanol, el butano o el hexano. De entre ellos, el etanol sigue siendo el más seguro cuando se utiliza correctamente. Es capaz de extraer un amplio espectro de cannabinoides y terpenos, lo que proporciona un aceite completo (espectro completo).
Sin embargo, este método conlleva riesgos de residuos químicos si el proceso de purificación no se lleva a cabo de forma impecable. Pueden quedar restos de disolventes en el producto final, lo que es inaceptable para un consumo seguro.
La extracción con etanol caliente disuelveeficazmente los cannabinoides, pero destruye algunos terpenos sensibles al calor. Por el contrario, la extracción en frío es más suave y conserva más compuestos aromáticos, pero su rendimiento es menor.
Este método de extracción sigue siendo habitual en pequeñas producciones artesanales o entre fabricantes que buscan un equilibrio entre coste y rendimiento. Sin embargo, hay que permanecer alerta y comprobar siempre los análisis de laboratorio para asegurarse de que no hay residuos de disolventes.
La extracción con disolventes ofrece, por lo tanto, un buen rendimiento, pero exige un rigor impecable en la fabricación para garantizar la seguridad y la pureza del aceite.
Extractos naturales: aceites vegetales y métodos artesanales
Para aquellos que prefieren un enfoque más ecológico y tradicional, existen métodos sin disolventes químicos ni gases comprimidos.
Estos procesos utilizan aceites vegetales como el aceite de oliva, de coco o de cáñamo para extraer los cannabinoides presentes de forma natural en la planta.
El principio es sencillo: las flores de cáñamo se calientan a baja temperatura en un aceite portador, lo que permite que los cannabinoides y terpenos se disuelvan en él. A continuación, el aceite obtenido se filtra para eliminar los residuos vegetales.
Esta técnica es 100 % natural y no requiere ningún equipo industrial. Sin embargo, el contenido de CBD es menor que en los extractos obtenidos con CO₂. La conservación del producto también es más corta, ya que el aceite vegetal se oxida más rápidamente.
Sin embargo, permite obtener un perfil aromático rico y auténtico, muy apreciado por los consumidores que buscan un producto natural y poco procesado.
Los métodos naturales
Método utilizado |
Características |
Extracción con aceite de oliva |
Suave, natural, pero con baja concentración. |
Extracción con aceite de coco |
Muy estable, buen soporte para los cannabinoides. |
Maceración con cáñamo |
Conserva los aromas y parte de los terpenos, ideal para un uso diario suave. |
Las extracciones naturales encajan perfectamente en una lógica de producción ética y sostenible, en consonancia con la creciente demanda de transparencia en la industria del CBD.
¿Por qué es fundamental elegir el método de extracción?
Cada método influye profundamente en la calidad final del aceite de CBD.
El CO₂ supercrítico garantiza la máxima pureza y una concentración controlada, adecuada para productos de alta gama. La extracción con etanol permite producir a menor coste, pero requiere un control estricto para eliminar los residuos. Por último, los métodos naturales a base de aceite seducen por su simplicidad y su enfoque ecológico, aunque son menos potentes.
El método de extracción también determina la presencia del espectro completo de la planta (CBD, CBG, CBN, terpenos, flavonoides). Por lo tanto, un buen equilibrio entre potencia, seguridad y naturalidad depende del proceso elegido.
Cuanto mejor comprenda el proceso de extracción, mejor controlará la calidad de lo que consume.