El cannabis, también conocido como cáñamo, ha sido cultivado por el hombre durante miles de años. Hoy en día, el cannabis se produce legalmente para uso industrial (cáñamo) o por su CBD.
El CBD, también conocido como cannabidiol, es uno de los muchos cannabinoides que contiene la planta de cannabis. A diferencia de su primo el THC, no es psicotrópico y es muy beneficioso para nuestra salud.
Las flores de CBD se cultivan de diversas formas. Aquí tienes una guía rápida que te ayudará a entender de dónde proceden tus flores de CBD.
Cultivo exterior de CBD: el método de cultivo más natural
El cultivo al aire libre es el más tradicional, pero también el más ecológico y natural. Consiste en cultivar la plantación de cannabis al aire libre. Esto significa que la planta está expuesta a los caprichos del clima, como el viento, el granizo, el frío, la lluvia, etc. Existe el riesgo de perder parte de la cosecha, pero el rendimiento es muy bueno y la producción suele ser abundante.
Las flores de CBD tardan más en crecer en exterior que en interior: tendrás que esperar 6 meses antes de poder recoger tu primera cosecha.
Las flores cultivadas al aire libre suelen ser de peor calidad que con otros métodos de cultivo. Las flores tendrán tonos terrosos bastante pronunciados con un aroma más auténtico. Las flores CBD de exterior se reconocen por sus cogollos de color verde bastante claro y por el tamaño de los mismos.
En exterior, las variedades Sativa prefieren los ambientes cálidos y húmedos. En cambio, las variedades Indica se desarrollan mejor en climas más frescos y menos húmedos.
Como el CBD de exterior es la forma de cultivo menos costosa y las flores son de calidad media, se venden a un precio inferior al de las flores de CBD cultivadas con otros métodos.
Cultivo de CBD en interior: crecimiento controlado
El cultivo de CBD en interior tiene lugar en grandes almacenes o cobertizos donde las plantas de cannabis crecen en un entorno totalmente controlado. Este método se desarrolló con la prohibición del cannabis, lo que llevó a los cultivadores a cultivar plantas de cannabis fuera de la vista.
Hoy en día, este tipo de cultivo es muy apreciado porque las flores CBD de interior están totalmente protegidas de las inclemencias del tiempo, los cambios de temperatura y los ataques de plagas. El crecimiento de las flores se controla constantemente para garantizar un entorno de cultivo óptimo: luz, humedad, CO2, temperatura, nutrientes y pH del suelo.
Este perfecto dominio explica que las flores obtenidas sean de tan excelente calidad. Son ricas en aromas y cannabinoides como el CBD. La manicura es más precisa y los terpenos (aromas naturales) están más presentes, revelando flores con una amplia gama de sabores.
Esta técnica de cultivo es la menos económica, la menos respetuosa con el medio ambiente y la más cara: para compensar la ausencia de luz, las plantas de cannabis se ponen bajo luz artificial hasta 18 horas al día. Esto representa una inversión financiera importante, además del riego regular y la mano de obra especializada necesarios para producir flores de CBD en interior.
La producción de flores de CBD en interior tendrá un rendimiento menor que en exterior, pero las flores son de gama alta y se venden por más.
Invernadero de cultivo: el compromiso adecuado
El cultivo en invernadero es una mezcla perfecta de interior y exterior. Las flores de CBD crecen en invernaderos, protegidas de las plagas, las inclemencias y los caprichos del tiempo, pero beneficiándose de la luz solar natural. Por la noche, la luz artificial toma el relevo para garantizar un crecimiento y un rendimiento óptimos.
El invernadero proporciona a las plantas de cannabis un microclima estable, así como un suelo natural rico que aportará a las flores de CBD todos los nutrientes que necesitan para crecer, como ocurre con el cultivo exterior.
Las plantas darán un buen rendimiento, aunque será inferior al de un cultivo al aire libre.
Las flores CBD tendrán sabores intensos pero menos pronunciados que con el cultivo de interior, y los niveles de cannabinoides como el CBD serán altos. Es el equilibrio perfecto entre flores de interior y exterior.
El cultivo en invernadero es más económico que el de interior porque requiere menos recursos.
Este método de producción requiere poca inversión y es el más respetuoso con el medio ambiente.
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