Desde su legalización en España, el CBD atrae cada vez a más personas. Su éxito está directamente relacionado con la amplia gama deefectos terapéuticos que proporciona. Desde el estrés a la depresión, sin olvidar los problemas digestivos, todo el mundo puede aliviar sus dolencias cotidianas simplemente consumiendo CBD.
Ya sea en forma de e-líquido para vapear, aceite de CBD para uso sublingual o infusiones, los métodos de consumo son variados. ¿Cuáles son los límites de este consumo? ¿Existe alguna contraindicación para tomar CBD?
Echamos un vistazo más de cerca a los raros casos en los que el CBD no es compatible, o en los que se requiere una dosis especialmente moderada.
El CBD no es un narcótico
CBD frente a THC. Esta es la confusión más frecuente y, sin embargo, estos dos cannabinoides son muy diferentes entre sí.
Cuando hablamos de cannabis, en realidad nos referimos al THC. Euforia, colocón, reacciones psicotrópicas y riesgo de adicción son sus sinónimos. La distinción con el CBD es importante, porque el CBD no tiene ninguno de los efectos mencionados. Todo lo contrario. El CBD, o cannabidiol, se consume más por su capacidad para aliviar todo tipo de dolores, reducir el estrés y aumentar la sensación de bienestar.
No se considera un estupefaciente porque los estudios científicos han demostrado que no tiene efectos secundarios perjudiciales para la salud y que no existe riesgo de adicción.
CBD y medicamentos, cuidado con las mezclas
La primera contraindicación para el consumo de CBD es, por supuesto, tomar medicamentos. La combinación de drogas y alcohol se considera peligrosa desde hace mucho tiempo, y lo mismo ocurre con cualquier otra sustancia que pueda tener efectos intensos en nuestro cuerpo. Incluido el CBD.
El principal riesgo es que es imposible predecir cómo reaccionará nuestro cuerpo a la combinación de CBD con un fármaco determinado. Todos los medicamentos son diferentes y tienen sus propios principios activos y efectos secundarios. Por lo tanto, es demasiado complejo determinar lainfluencia que tendrá el CBD sobre los efectos secundarios ya inducidos por los propios fármacos. Otro factor de incertidumbre reside en el perfil del consumidor. Cada persona tiene su propio metabolismo y capacidad para asimilar sustancias. Algunas personas son muy sensibles a las mezclas de sustancias, mientras que otras no. Así que es una apuesta peligrosa que no se debería hacer.
Cabe señalar que algunos medicamentos están diseñados para actuar sobre una parte específica de nuestro funcionamiento interno. Por lo tanto, combinar CBD y medicamentos corre el riesgo de anular los beneficios de fármacos quizá vitales, o de exagerar sus efectos. En este espectro desconocido, la mejor solución es evitar mezclar medicamentos y CBD.
Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia
Por todos es sabido que las mujeres embarazadas y lactantes son especialmente frágiles. Al menos sus cuerpos lo son. Durante el embarazo o la lactancia, están sujetas a numerosas prohibiciones. La carne y el pescado crudos, el queso blando, la fruta sin lavar, el alcohol, el tabaco e incluso algunos productos de maquillaje están prohibidos. El objetivo es evitar exponer al feto o al bebé a la más mínima sustancia potencialmente arriesgada.
El CBD no es un narcótico y no se considera perjudicial para la salud. Sin embargo, aún no hay suficientes pruebas científicas al respecto para adoptar una postura clara sobre su impacto en las mujeres embarazadas y lactantes. Así pues, la precaución está a la orden del día. Por precaución, entendemos que se recomienda encarecidamente a las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia que no consuman CBD. Independientemente de su forma o concentración.
Los riesgos no son insignificantes. La relación entre el CBD y estos riesgos no se ha establecido públicamente, pero no existe el riesgo 0. He aquí una breve lista de los peligros potenciales de exponer a una mujer embarazada o en periodo de lactancia a una sustancia de alto riesgo:
- mayor riesgo de aborto espontáneo,
- Mayor riesgo de embarazo ectópico,
- retraso cognitivo en los bebés,
- retraso del crecimiento y bajo peso al nacer.
Problemas cardiacos: no hay que tomárselos a la ligera
Nuestro sistema cardiovascular es la parte más importante de nuestro cuerpo, pero también una de las más frágiles. Cuando una persona sufre problemas cardiacos, significa que su función cardiovascular no es normal y necesita ser controlada escrupulosamente. Uno de los efectos del CBD es estimular el sistema cardiovascular. Sí, esto es un beneficio real para la persona normal. Pero para alguien con problemas cardíacos básicos, es un verdadero peligro.
Por lo tanto, si padeces una enfermedad cardíaca, el consumo de CBD debería eliminarse definitivamente de la lista de posibilidades.
Enfermedad de Parkinson y CBD: sólo en pequeñas cantidades
En enfermedad de Parkinson es conocida por ser una enfermedad especialmente agotadora, sobre todo por sus síntomas. El CBD no es capaz de eliminar esta enfermedad, pero se le ha reconocido un efecto terapéutico sobre sus síntomas.
Esto se debe a los efectos antiinflamatorios del cannabidiol. La enfermedad de Parkinson se manifiesta a través de una inflamación grave del cerebro. Las neuronas responsables de la producción de dopamina resultan dañadas o incluso destruidas. A medida que estas neuronas se dañan, la inflamación sigue progresando, y así sucesivamente. Un círculo vicioso sin fin.
La acción terapéutica del CBD se explica por su capacidad para actuar directamente sobre la inflamación. Reduce y atenúa la inflamación. Como resultado, se reduce el dolor que sienten los consumidores, así como todos los demás síntomas de la enfermedad de Parkinson, como los temblores.
Tenga en cuenta lo siguiente. Que se diga que el CBD reduce los síntomas de la enfermedad no significa que deba consumirse libremente y sin supervisión. Ni mucho menos.
La razón por la que la enfermedad de Parkinson aparece en la lista de contraindicaciones del CBD es que ciertamente es posible combinar CBD y enfermedad de Parkinson, pero la dosis debe ser extremadamente razonable. En pequeñas dosis, el CBD sería terapéutico para los síntomas de la enfermedad. Pero en dosis demasiado altas, el cannabidiol puede pasar de aliviar los síntomas a estimularlos, lo que sólo empeoraría la condición del consumidor.