Cannabis et Sport : une nouvelle ère pour le bien-être des athlètes ?

Cannabis y deporte: ¿una nueva era para el bienestar de los atletas?

Una transformación progresiva en la percepción del cannabis en el ámbito deportivo

Antes estigmatizado y firmemente prohibido en los ámbitos atléticos, el cannabis está experimentando hoy una reconsideración progresiva y significativa. Esta evolución se basa tanto en la flexibilización de las normas antidopaje, el aumento de la investigación científica sobre sus beneficios terapéuticos, como en los testimonios crecientes de atletas de alto nivel. En 2025, las cosas están cambiando: el cannabis, en particular en su forma no psicotrópica (CBD), se impone poco a poco como una herramienta legítima para la gestión del bienestar tanto para deportistas profesionales como aficionados.

Regulaciones en mutación: ¿hacia un reconocimiento oficial?

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) abrió el camino a esta evolución desde 2021 al retirar el cannabidiol (CBD) de su lista de sustancias prohibidas. El THC, principal compuesto psicoactivo del cannabis, sigue prohibido en competición, pero los criterios de detección se ajustaron: el umbral de tolerancia en orina pasó de 15 ng/mL a 150 ng/mL. Esta modificación refleja un reconocimiento implícito de que el uso de THC fuera de competición no constituye necesariamente un dopaje o una ventaja deportiva indebida.


Esta dinámica también se observa dentro de las ligas deportivas norteamericanas. La NBA, por ejemplo, oficializó en 2023 el fin de las pruebas de detección de cannabis fuera de los períodos de partido, enviando una señal fuerte de aceptación creciente dentro de las estructuras profesionales. 

Usos terapéuticos validados por la ciencia

Numerosos atletas recurren al cannabis, particularmente al CBD, para manejar dolores crónicos, inflamación y trastornos del sueño.


Un estudio publicado en 2024 sobre 150 deportistas profesionales indica que el 62 % de los usuarios de CBD reportan una reducción notable del dolor muscular post-entrenamiento. Esta observación está respaldada por figuras emblemáticas del deporte como Megan Rapinoe, campeona olímpica de fútbol, que ha defendido abiertamente el uso del CBD como herramienta de recuperación.


La mejora del sueño es otro motivo frecuente de consumo. Una revisión sistemática canadiense mostró que el 72 % de los atletas consumidores de cannabis medicinal observaban una clara mejora en la calidad de su sueño. El sueño siendo una palanca clave en los procesos de regeneración física y cognitiva, este beneficio está lejos de ser anecdótico.


Finalmente, la gestión del estrés y la ansiedad, especialmente precompetitiva, también motiva el uso de cannabis. Nate Diaz, luchador de UFC bien conocido por sus posturas, es uno de los embajadores de este uso centrado en el equilibrio mental y la recuperación psíquica. 

Controversias persistentes en torno a un uso aún controvertido

A pesar de estas evoluciones, el uso del cannabis en el deporte no es unánime. Desde un punto de vista ético, algunos especialistas señalan que al disminuir la percepción del dolor o del estrés, el cannabis podría proporcionar una ventaja competitiva no justa en ciertas disciplinas.


La estigmatización social e institucional también persiste, especialmente en los deportes de contacto o entre los jóvenes atletas, donde el consumo de cualquier sustancia sigue bajo estricta vigilancia.


Finalmente, persisten interrogantes sobre los efectos secundarios del THC, que puede alterar la coordinación, la concentración o el tiempo de reacción, parámetros cruciales en competición. Varias investigaciones están en curso para comprender mejor la relación beneficio/riesgo según las disciplinas deportivas y los perfiles de usuarios. 

Una aceptación creciente respaldada por la investigación y los testimonios

La aceptación del cannabis en el deporte se basa ahora en una base científica cada vez más sólida. Un estudio australiano en curso examina el impacto del CBD en la regeneración de tejidos ligamentarios tras una lesión, con resultados preliminares esperados para 2025. Estas investigaciones refuerzan el interés en los cannabinoides como adyuvantes terapéuticos.


Las mentalidades también evolucionan gracias a los testimonios mediáticos de atletas reconocidos y a la aparición de marcas deportivas que integran el CBD en sus gamas de recuperación. 

¿Qué perspectivas hay para los próximos años?

Tres grandes tendencias se perfilan en el horizonte:

  1. Mayor flexibilidad regulatoria: Las agencias deportivas podrían continuar flexibilizando las normas, especialmente en torno al CBD, para favorecer su uso terapéutico sin comprometer la equidad deportiva.

  1. Integración en los protocolos de bienestar: Cada vez más clubes podrían incluir productos a base de CBD en las rutinas de recuperación post-entrenamiento.

  1. Demanda creciente de productos seguros y estandarizados: La profesionalización del mercado impulsará la oferta de gamas premium, controladas y adaptadas a las exigencias del deporte de alto nivel. 

Conclusión

La relación entre el cannabis y el deporte está en plena transformación. El CBD, ya ampliamente adoptado por su capacidad para aliviar dolores y tensiones, se impone como una alternativa natural a los antiinflamatorios clásicos. El THC, por su parte, sigue bajo vigilancia, aunque su uso fuera de competición es cada vez más tolerado. Entre pruebas científicas, testimonios de atletas y cambios regulatorios, una cosa es segura: el cannabis podría imponerse en los próximos años como un verdadero aliado del rendimiento duradero y del bienestar atlético, siempre que exista un marco riguroso.

Fuentes

[1] Agence Mondiale Antidopage. www.wada-ama.org 

[2] NBA Official Website. www.nba.com 

[3] Frontiers in Pharmacology, 2023. https://doi.org/10.3389/fphar.2023.00567 

[4] Sleep Medicine Reviews, 2024. https://doi.org/10.1016/j.smrv.2024.05.001 

[5] The American Journal of Sports Medicine, 2025. https://doi.org/10.1177/03635465231245780