Consumo de CBD: ¿cuáles son las contraindicaciones?

Consumo de CBD: ¿cuáles son las contraindicaciones?

El CBD se ha legalizado recientemente en varios países europeos, lo que ha provocado un rápido aumento de las ventas.

El cannabidiol es muy diferente de su primo el THC, que tiene efectos psicotrópicos bien conocidos y también es altamente adictivo.
A diferencia del THC, el CBD no presenta ningún peligro de adicción. En cambio, es conocido por sus numerosos beneficios terapéuticos, apreciados para aliviar todo tipo de dolencias.

El CBD no es un narcótico, obtener CBD es perfectamente legal en España. Sin embargo, ciertos casos raros contraindican su uso, o al menos requieren pequeñas dosis para su utilización.

Embarazo y lactancia

En caso de embarazo, o cuando una mujer está amamantando a su bebé, es aconsejable no consumir ninguna sustancia modificada o de riesgo, o de la que no existan pruebas científicas suficientes.
El CBD entra en esta última categoría.

Hay muchas restricciones en el embarazo y la lactancia: nada de alcohol, nada de tabaco, nada de drogas, nada de carne ni pescado crudos, las verduras y frutas deben lavarse a conciencia, nada de productos lácteos elaborados con leche cruda, pequeñas cantidades de medicamentos, etc.

Aunque el CBD presenta muchos menos riesgos para la salud que el THC, las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia se encuentran entre los llamados grupos sensibles. El más mínimo riesgo potencial, como el queso blando, el sushi o cualquier medicamento que no sea Doliprane, está prohibido. Con ello se pretende proteger al feto y al bebé lactante de cualquier bacteria o sustancia capaz de causar daños en su desarrollo.

Los riesgos identificados incluyen

  • un mayor riesgo de aborto espontáneo,
  • un mayor riesgo de embarazo ectópico,
  • un retraso cognitivo en el bebé,
  • retraso en el crecimiento y bajo peso al nacer.

Medicamentos, cuidado con la mezcla peligrosa

Tomar medicamentos es, por supuesto, una segunda contraindicación para el consumo de cannabidiol.

El principal riesgo de combinar el CBD con cualquier tipo de medicación es la impredecible interacción entre los efectos del CBD y los de la medicación que ya se esté tomando.

Cada sustancia ingerida, ya sea CBD o un medicamento, tiene sus propios principios activos, sus propios beneficios, sus propios efectos secundarios y sus propias restricciones en cuanto a posibles combinaciones con otros productos. El cannabidiol no es un producto más.

Sus beneficios para nuestro organismo son muy diversos, lo que significa que cuando consumimos CBD, la mayor parte de nuestro cuerpo se estimula de diferentes maneras.
Sistema nervioso, respuesta inmune, concentración, ritmo cardíaco, circulación sanguínea...

Algunos medicamentos están diseñados específicamente para influir en una parte concreta de nuestro funcionamiento interno. Por lo tanto, combinar CBD y medicamentos puede conducir rápidamente a una anulación de los efectos terapéuticos entre ellos, o a una exageración de otros efectos. Cuando se trata de interacciones de medicamentos con CBD, la palabra clave es imprevisibilidad.

Problemas cardíacos

Uno de los efectos conocidos del CBD es que estimula el sistema cardiovascular. Se trata de un beneficio muy interesante para aliviar ciertas enfermedades, pero potencialmente peligroso para las personas con problemas cardíacos.

Tienen un sistema cardiovascular especialmente frágil, por lo que debe evitarse la más mínima estimulación en esta zona.

Enfermedad de Parkinson: CBD, sí, pero en pequeñas cantidades

El efecto antiinflamatorio del CBD es una de sus propiedades naturales más eficaces y populares. Para un paciente que sufre la enfermedad de Parkinson, su consumo no está automáticamente prohibido, ni mucho menos.

En pequeñas dosis, esta sustancia ha demostrado ser terapéutica, reduciendo significativamente los síntomas de la enfermedad. Hay que tener en cuenta que la enfermedad de Parkinson actúa provocando una importante inflamación en el cerebro. Las neuronas encargadas de producir dopamina están gravemente dañadas, y la inflamación sigue progresando a medida que la enfermedad se intensifica. Es precisamente esta inflamación la que el cannabidiol ayuda a reducir considerablemente, disminuyendo así síntomas como los temblores.

Una vez establecidos estos beneficios, es importante recordar que el CBD sólo es terapéutico para los enfermos de Parkinson si se consume en pequeñas cantidades.

Con dosis altas, existe un riesgo real. No existen contraindicaciones ni recomendaciones de dosis para una persona normal. Sin embargo, para una persona afectada por la enfermedad de Parkinson, la situación es diferente, ya que su cuerpo es mucho más sensible desde el principio a todo lo relacionado con los movimientos corporales y los músculos. En dosis elevadas, el CBD estimula estos músculos, lo que podría provocar un aumento de los temblores en lugar de calmarlos.

En la enfermedad de Parkinson, el CBD puede consumirse e incluso se recomienda, pero debe respetarse una dosis razonable.

Conclusión

En conclusión, las contraindicaciones del consumo de CBD conocidas hasta la fecha son aún escasas, y sólo incluyen categorías de personas ya consideradas sensibles, como las mujeres embarazadas o las personas con problemas cardíacos.

En términos generales, el CBD sigue siendo un remedio natural perfectamente saludable para la mayoría de las personas, siempre que no existan contraindicaciones graves.