A diferencia del THC, el Cannabidiol no induce ningún efecto psicotrópico ni alucinógeno, y tiene multitud de propiedades beneficiosas para la salud del consumidor: ansiolítica, antiespasmódica, analgésica, etc.
Además, numerosos estudios científicos han demostrado que el CBD también tiene potencial para aliviar los síntomas de muchas enfermedades, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn... ¿Por qué es tan eficaz?
Los mecanismos de acción del CBD en el organismo.
En concreto, el CBD tiene una acción directa sobre el sistema endocannabinoide. Este sistema del cuerpo humano permite regular una serie de procesos biológicos (digestión, metabolismo, memoria, regulación del estrés y las emociones, etc.), y por tanto juega un papel vital en el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Está formado por dos tipos de células nerviosas:
- Receptores CB1, que reaccionan principalmente con el THC. Este tipo de receptor desempeña un papel en la gestión del estado de ánimo, el apetito y las emociones, y cuando el THC entra en el cuerpo, se adhiere a estos receptores, activando su funcionamiento: el cerebro libera entonces dopamina, que es responsable del placer. En general, las sustancias altamente adictivas (éxtasis, nicotina, heroína, etc.) provocan un aumento de la dopamina en el cerebro.
- Receptores CB2 , que reaccionan muy poco al THC pero mucho más al CBD. Cuando el CBD activa estos receptores, el cerebro produce serotonina. Este neurotransmisor es responsable, entre otras cosas, de la sensación de felicidad y de la regulación del estado de ánimo: cuando se activan, los receptores CB2 producen un fuerte efecto analgésico y calmante, ya que liberan endorfinas. Además, actúan como antagonistas de los receptores CB1, lo que significa que tomar CBD High Society ayuda a limitar una serie de efectos adversos relacionados con el consumo de THC (hipertensión, temblores, etc.)
CBD para combatir enfermedades
Tomar CBD también es ideal para reducir la concentración de antígenos (NB: los antígenos son sustancias que desencadenan una defensa inmune por parte de nuestro cuerpo.)
Estos antígenos son indicadores fiables de células cancerosas: el antígeno CEA, por ejemplo, a menudo se asocia con cáncer colorrectal, de vejiga, de cuello uterino, etc.
El hecho de que el CBD ayude a reducir el número de estos marcadores dentro del organismo hace pensar a la comunidad científica que el CBD puede contener virtudes terapéuticas en el tratamiento de determinados cánceres y dolores inflamatorios. Un reciente estudio científico del International Journal of Oncology parece respaldar esta tesis, porque indica que los cannabinoides serían muy eficaces para erradicar ciertas células cancerosas, especialmente si su uso se combina con quimioterapia.
Gracias a sus numerosas virtudes, los cannabinoides (y en particular el CBD) permiten al cuerpo humano mantener un equilibrio armonioso. En consecuencia, el cannabis y sus múltiples propiedades terapéuticas destacan hoy como un producto natural y particularmente eficaz.