Les américains trouvent le cannabis moins dangereux que le tabac, l'alcool et les opioïdes

Los estadounidenses consideran que el cannabis es menos peligroso que el tabaco, el alcohol y los opioides

Las sustancias psicodélicas con efectos psicotrópicos están causando estragos en el mundo. Así, los países, en particular Estados Unidos (centro neurálgico de este comercio ilícito), comienzan a abrir los ojos. Según las últimas noticias, el cannabis aún figuraba en la lista de grandes prohibiciones. Sin embargo, la opinión pública está cambiando progresivamente su percepción. Ahora se ve el cannabis con una perspectiva completamente nueva. A partir de ahora, la gente es más tolerante con el cannabis que con otras sustancias controvertidas como el alcohol, el tabaco o los opioides. Es un giro sorprendente dado el problemático inicio del cannabis, pero que abre el camino hacia un posible reconocimiento global del cannabis.

¿Cómo se percibe el cannabis?

Mientras que Estados Unidos comienza progresivamente a abrirse al cannabis, la población estadounidense no está lejos de aprobar su uso de manera oficial y normalizada. Ya se están produciendo cambios drásticos en muchos estados. El cannabis recreativo y medicinal ha recibido la aprobación de los legisladores gubernamentales, bajo ciertas condiciones y estrictos controles. La mala publicidad y los rumores anecdóticos sobre los peligros del cannabis ahora forman parte del pasado. Se abre una nueva página y el cannabis ha ganado prestigio entre la población estadounidense. Algunos medios incluso sostienen que el cannabis está mejor valorado que los opioides y otras sustancias controvertidas como el alcohol.  


Este cambio de punto de vista no es anecdótico, ya que incluso la comunidad científica se ha interesado en la cuestión. Los estudios e investigaciones científicas sobre el tema se acumulan por decenas y la mayoría de ellos llegan a la misma conclusión. Resulta que los experimentos realizados sobre la planta han demostrado que el cannabis es mucho más seguro que las otras sustancias mencionadas anteriormente. No insinúan que el cannabis sea inofensivo y que el riesgo sea nulo. Sin embargo, sugieren que el nivel de peligrosidad y dependencia es mucho más bajo. Más concretamente, vapear cannabis sería hipotéticamente menos tóxico que fumar tabaco. 

Ver aquí las investigaciones realizadas por la COPD Foundation.

El impacto de las instituciones en la imagen del cannabis

Hay que saber que a pesar de la apertura de algunos Estados sobre el uso de ciertos derivados del cannabis en el ámbito médico y recreativo, las dudas siempre han persistido. Y es porque la intervención de organismos reconocidos y fiables cambió totalmente el paradigma inicial. De hecho, instituciones de renombre como la APA participaron en el proceso de normalización del cannabis en Estados Unidos. Así, realizaron sus encuestas estadísticas sobre una amplia población a estudiar. Durante todo un año, recopilaron información esencial sobre el comportamiento y las opiniones de la gente sobre el cannabis. Paralelamente, hicieron el mismo proceso de recopilación de datos sobre las diferentes sustancias psicotrópicas más conocidas por el gran público.


Para obtener resultados más significativos, pertinentes y cercanos a la realidad, tomaron una amplia muestra de 2.000 voluntarios para la experiencia social. Para sorpresa general, las conciencias se despertaron sobre la peligrosidad y los impactos catastróficos del consumo de sustancias psicóticas como el alcohol o el tabaco. 


A partir de este día, se llevó a cabo una inmensa campaña de concienciación de la población para informar a la gente sobre las consecuencias trágicas y caóticas del ciclo infernal de la dependencia a las sustancias psicodélicas. En el estudio, el cannabis no se menciona como droga dura. La planta incluso se populariza como un producto que ciertamente conlleva riesgos, pero un producto relativamente inofensivo. Estas encuestas son ejemplos de buenas causas profundas de la evolución de las mentalidades. 

Presentación e interpretación del estudio realizado por la APA

La encuesta realizada por la APA no tiene como objetivo elogiar el cannabis como un producto milagroso y sin peligro. El estudio está principalmente destinado a despertar las conciencias sobre los horrores de la dependencia en todos sus aspectos, ya sea tabaco, opioides o redes sociales. 


Para ser más precisos en las cifras, se estudiaron cuidadosamente más de dos mil doscientos uno de muestras para la validez del experimento. Los investigadores entrevistaron personalmente a los participantes sobre sus opiniones respecto a las sustancias psicotrópicas y sus comportamientos reales (consumo) en la vida cotidiana. Al término de esta encuesta, se lanzará una gran campaña de concienciación. 


Para sorpresa general de los investigadores, existe una brecha abismal entre el comportamiento real de las personas encuestadas y sus opiniones sobre las sustancias controvertidas. Como se esperaba, una parte importante, del 60%, de los encuestados está convencida de que el cannabis es tanto peligroso como altamente adictivo. Sin embargo, el 20% de esos mismos encuestados lo usan a intervalos diarios. También se observa que ¾ de los encuestados están en contra del consumo de tabaco y, sin embargo, el 30% de ellos son consumidores habituales. 


El mayor impacto se refiere a las estadísticas recogidas sobre la opinión de los participantes acerca de los opioides. De hecho, los encuestados están más tentados a tomar opioides sin remordimientos que a fumar cigarrillos. La situación es aún más sorprendente tras la constatación de los problemas y sobredosis publicadas regularmente en los medios. Los investigadores también observaron que las cifras sobre la adicción eran claramente más altas en el sector de las tecnologías que en el del cannabis. El estudio también permitió destacar la compasión de la gente hacia las personas dependientes de estos estímulos. Por lo tanto, la opinión pública sería consciente de que la dependencia es una condición psicológica totalmente remediable. 


Al final, contrariamente a lo que se podría pensar, las mentalidades han evolucionado mucho en torno al cannabis, y más personas creen que su uso debería ser algo evidente. La experiencia también ha mostrado la importancia de sensibilizar a la población sobre los peligros de la adicción.

¿El cannabis, una planta menos peligrosa para la salud?

Según el estudio realizado por la institución APA, el cannabis se sitúa muy por detrás de los opioides, el tabaco y el alcohol en la lista de las sustancias más nocivas y adictivas. Curiosamente, gran parte de las investigaciones se ha centrado en un elemento aparentemente inofensivo y trivial, pero cuyos impactos pueden ser destructivos. Se trata ni más ni menos que de la tecnología. Es una espada de doble filo que puede ser tanto un aliado imprescindible como un enemigo temible.


Según el estudio, la casi mayoría de las personas encuestadas piensa que la tecnología no representa un riesgo para la salud. Sin embargo, una buena parte de los voluntarios afirma que es adictiva, y quien dice adicción dice trastorno en el plano psicológico. 


La tecnología es inseparable de nuestras vidas. Es indispensable, pero lamentablemente, abusamos demasiado de ella. Con los opiáceos, el tabaco y el alcohol, es muy fácil detectar los signos de la dependencia. Los síntomas y las manifestaciones son corporales y tangibles. Todo el mundo puede verlo y es difícil deshacerse de ello. En el caso de la tecnología, es mucho más complejo. Los síntomas son difícilmente perceptibles y se puede confundir fácilmente. Sin embargo, los impactos de esta adicción afectan todos los aspectos de la vida y conducen a comportamientos desviados: aislamiento, angustia, apatía, estrés...


Así, es mucho más preocupante concienciar a la población sobre esta plaga oculta y latente que sobre los hipotéticos peligros del cannabis. Hay que revisar las prioridades y considerar programas efectivos.

Conclusión

No todo está ganado aún para los defensores del cannabis. Si la APA ha participado en la concienciación sobre la cuestión de la dependencia, no se puede descartar un cambio de postura. De hecho, los detractores del cannabis también influyen en esta percepción. Y es ahí donde las encuestas y los estudios científicos juegan un papel primordial en la normalización de los productos derivados del cannabis y su uso generalizado. 


 

Según las primeras interpretaciones de la encuesta, la confusión entre el cannabis y las drogas duras comienza a desvanecerse gradualmente. La población estadounidense está más dispuesta a aceptar la idea de que el cannabis podría ser una solución confiable para el futuro en muchos aspectos de la vida en sociedad. Como punto positivo observable, cada vez más personas piensan que el cannabis ya era menos peligroso que muchas sustancias psicotrópicas como el alcohol y los opioides. A primera vista insignificante, sin embargo, es un gran avance en el camino hacia la legalización del cannabis. Así, a largo plazo, los legisladores también podrían cambiar de bando y considerar la instauración de nuevas leyes para regular el consumo de cáñamo.


 

A medida que cambian las percepciones, no se puede ignorar el impacto en la política y la legislación. Un público cada vez más educado y una percepción más positiva del cannabis podrían conducir a iniciativas de legalización apoyadas por los votantes y a la apertura de nuevas puertas para el consumo regulado. Para hacer realidad este futuro, se necesitan esfuerzos constantes para informar a las personas sobre los beneficios, pero también los riesgos del cannabis.