La salud es el bien más preciado que tenemos.
Tan pronto como aparecen dolores crónicos como la osteoartritis, la artritis reumatoide o incluso el reumatismo, nuestro bienestar diario se ve alterado.
Este tipo de dolores resultan principalmente de una reacción inflamatoria localizada, más o menos intensa según el caso. Cuando este dolor inflamatorio no se trata rápidamente, puede derivar rápidamente en otros dolores relacionados y constituir un verdadero obstáculo para mantener nuestras actividades y nuestro ritmo de vida.
Existen muchos tratamientos en el mercado para aliviar el dolor articular, desde medicamentos hasta bolsas de agua caliente, pasando por la acupuntura y el deporte dirigido. Sin embargo, es fácil perderse entre esta multitud de soluciones, así como comprobar su eficacia real.
¿Qué es la osteoartritis?
¿Cómo se caracterizan los dolores articulares?
¿El CBD es eficaz contra la artrosis y los dolores articulares?
El CBD a veces se etiqueta erróneamente como una sustancia puramente recreativa.
En este artículo, hemos enumerado toda la información que le permitirá familiarizarse con lo que define la osteoartritis, lo que define el CBD y, finalmente, cuál es la acción del CBD en esta categoría de dolor inflamatorio.
Osteoartritis y dolor articular, definiciones.
La osteoartritis se considera la enfermedad articular más común en el mundo. En la mente común, al principio estaba principalmente vinculado a la vejez. Pero hoy en día se ha establecido que la artrosis puede afectar a cualquier persona mayor de 50 años.
Con casi 10 millones de franceses que padecen osteoartritis y dolores articulares, aliviarlos y tratarlos se ha convertido en una emergencia sanitaria.
Pero ¿qué es la artrosis?
La osteoartritis se define como una enfermedad de las articulaciones que afecta a una de cada dos personas mayores de cincuenta años. Esta enfermedad refleja una degeneración del cartílago, llegando a su debilitamiento o incluso a su progresiva destrucción. Evidentemente, este fenómeno provoca dolores más o menos intensos en función del estado de la artrosis, así como del tratamiento realizado.
Durante los movimientos cotidianos, sufrir artrosis, dolores articulares o cualquier otro tipo de reumatismo resulta especialmente incapacitante, limitando a nuestro pesar el abanico de actividades y tareas que podemos realizar.
De hecho, cada una de nuestras articulaciones está cubierta de cartílago. La función de este último es facilitar nuestros movimientos, ayudando a que nuestros huesos y articulaciones se deslicen en una lógica mecánica.
Cuando padecemos artrosis, este mecanismo interno se debilita mucho, deteriorándose el cartílago poco a poco. Los movimientos se vuelven entonces dolorosos y provocan verdaderas reacciones inflamatorias.
Es importante recalcar que ninguna articulación se salva de la artrosis.
Los dedos, las rodillas, las caderas e incluso la columna son articulaciones que probablemente se verán impactadas y, por lo tanto, perderán movilidad debido a esta enfermedad.
En términos de cifras, se estima que alrededor del 70% de las personas mayores de 60 años padecen artrosis que afecta a la columna.
¿Cómo tratar la artrosis?
Como cualquier enfermedad, la artrosis y otros dolores articulares se pueden tratar de diversas formas, desde las más químicas hasta las más naturales.
Así, distinguimos entre tratamientos farmacológicos y tratamientos no farmacológicos. En la categoría de tratamientos farmacológicos, los analgésicos, los antiinflamatorios y las inyecciones de corticosteroides se encuentran entre las soluciones propuestas con más frecuencia.
Los analgésicos por su parte actúan a base de paracetamol, aliviando el dolor y frenando la progresión de la enfermedad. En otro aspecto, los antiinflamatorios actúan más sobre los síntomas. Por último, las inyecciones de corticosteroides constituyen el método de tratamiento más agresivo, pero resulta imprescindible cuando la osteoartritis está muy presente y el dolor articular es persistente e intenso.
En cualquier caso, tengamos en cuenta que este tipo de tratamientos farmacológicos no son triviales, ya que los fármacos siempre tienen efectos secundarios importantes que a largo plazo pueden causar problemas en otras áreas. Por tanto, es interesante preferir los tratamientos llamados naturales, como el CBD.
CBD y dolor en las articulaciones: ¿qué tan efectivo es?
Las propiedades antiinflamatorias del CBD (cannabidiol) se han estudiado cuidadosamente durante varios años, abriendo la puerta a posibles nuevos tipos de tratamientos naturales y sin efectos secundarios para los pacientes.
En esta lógica, un estudio de 2015 destacó los beneficios del CBD en personas que padecen osteoartritis y diversos reumatismos, aliviando considerablemente y muy rápidamente los síntomas relacionados.
Este estudio destacó en particular la capacidad del aceite de CBD , cuando se aplica localmente en la zona afectada, para reducir la sensación inflamatoria . Los beneficios del CBD son, por tanto, similares a los de los tratamientos farmacológicos habituales, como analgésicos o antiinflamatorios, pero sin los efectos secundarios como la somnolencia y la pérdida de concentración que provocan los fármacos.
Otra ventaja de consumir CBD para aliviar el dolor articular: la rapidez de aparición de los efectos así como su durabilidad.
En comparación con los medicamentos que pueden tardar varios días en hacer efecto según la persona y cuyos efectos son temporales, el consumo de CBD, especialmente si es regular, favorece una atenuación de los síntomas inflamatorios casi inmediata y duradera a largo plazo. tiempo.
Para aprovechar esta noción de un efecto calmante duradero y eliminar cada vez más los diversos dolores articulares de la vida cotidiana, es perfectamente posible combinar varias formas de consumo de CBD . Por ejemplo, puedes aplicar aceite de CBD precisamente en las zonas doloridas y beber infusiones de CBD durante todo el día.
El CBD es una sustancia perfectamente saludable, cuyo consumo no presenta ninguna contraindicación real en cuanto a forma y dosificación y, sobre todo, no conlleva ningún riesgo de adicción. Se trata, por tanto, de un método natural y eficaz para combatir la artrosis y cualquier dolor articular que puedas encontrar.