

Mientras vivimos en un entorno cada vez más contaminado, la necesidad de proteger nuestra salud nunca ha sido tan fuerte. Sin embargo, esta contaminación, que afecta no solo el aire que respiramos sino también los alimentos que consumimos, favorece el fenómeno del estrés oxidativo.
El estrés oxidativo es diferente del estrés propiamente dicho, como el que sentimos antes de una fecha límite importante. De hecho, es un mecanismo fisiológico subyacente al envejecimiento celular y a la degeneración prematura del organismo. Para combatir este fenómeno de estrés oxidativo, es necesaria una alimentación rica en antioxidantes. Algunas investigaciones destacan los efectos antioxidantes del CBD. Por lo tanto, puede ser un medio eficaz para retrasar los efectos del envejecimiento.
Estrés oxidativo, ¿de qué se trata?
El estrés oxidativo no tiene nada que ver con el estrés en sí, como el que se siente antes de un examen, por ejemplo. Es un mecanismo fisiológico responsable del envejecimiento celular y de la degeneración del organismo.
Cuando los tejidos usan oxígeno para quemar los alimentos y convertirlos en energía, se producen desechos. Son moléculas inestables llamadas radicales libres.
Cada radical libre tiene un electrón no apareado. Este electrón, cargado negativamente, no le gusta estar aislado. Por ello, buscará otro electrón para formar un par y así asegurar la estabilidad del radical libre. Para hacerlo, se desplazará por el cuerpo, chocará con células sanas para robarles un electrón. Es esta pérdida de electrones la que dañará la célula afectada y acelerará su envejecimiento.
Este mecanismo de búsqueda de electrones daña las células sanas e incluso puede alterar su ADN. De hecho, cada célula del cuerpo posee un ADN que codifica su funcionamiento. Es este cambio el que puede ser el origen de ciertas patologías, como las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Estos radicales libres también pueden ser favorecidos por el estrés y la exposición a sustancias ambientales tóxicas como el humo del cigarrillo, el asbesto o la contaminación.
¿Qué efecto tiene el estrés oxidativo?
Sobre la salud
Fatiga, trastornos circulatorios, problemas de visión, enfermedades de la piel, incluido el cáncer, consecuencias para el sistema nervioso... El estrés oxidativo es responsable de muchas enfermedades. Incluso agravaría patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson o Alzheimer u otras como el SIDA o la insuficiencia renal.
El sistema cardiovascular también sufre: arterias, venas, corazón... Los radicales libres alcanzan estas partes del cuerpo y causan enfermedades que incluso pueden afectar la pierna, como la aterosclerosis.
Los científicos de La Sorbona han planteado la hipótesis de que los radicales libres serían responsables de casos graves de coronavirus. Al estar los antioxidantes presentes en cantidades demasiado bajas frente a los radicales libres en algunos pacientes, no podrían permitir que el organismo se defienda. Esto conduciría a casos más graves que los que conocemos.
Sobre la piel
Cuando ocurre el estrés oxidativo, la piel también puede sufrirlo. Los daños que puede causar este estrés oxidativo son numerosos:
- el envejecimiento prematuro,
- una textura de piel diferente,
- la aparición de acné,
- la flacidez cutánea causada por la degradación de las proteínas que mantienen la piel unida.
El estrés oxidativo afecta el colágeno y las células de la piel y contribuye a enfermedades cutáneas como el cáncer. Al degradar las células, también puede causar otras enfermedades y permitir la aparición de arrugas y manchas marrones.
La aparición de canas o cabello gris, así como la alopecia y la caída del cabello, se deben en parte al estrés oxidativo.
Sobre el embarazo
Los radicales libres juegan un papel muy importante durante el embarazo: es gracias a su presencia que la placenta puede formarse y que el embrión se desarrolle. Sin embargo, una presencia excesiva puede rápidamente causar complicaciones durante el embarazo, como un aborto espontáneo o un parto prematuro.
El estrés oxidativo también afecta la fertilidad en hombres y mujeres. Por lo tanto, puede conducir a la infertilidad.
En los deportistas
Esfuerzos prolongados, repetidos e intensos: es el día a día de los deportistas. Dado que la oxidación es causada por actividades como el deporte, el estrés oxidativo puede así afectar a los atletas.
El estrés oxidativo puede provocar lesiones articulares y musculares que fatigan más rápidamente al deportista y pueden ir acompañadas de trastornos digestivos que pueden poner en peligro la carrera del deportista.
¿Qué es un antioxidante?
De manera general, para reducir el estrés oxidativo, se recomienda llevar un estilo de vida saludable para disminuir la presencia de radicales libres en el organismo. Entonces, hay que reducir las fuentes de estrés, mantener una alimentación equilibrada o al menos 30 minutos de ejercicio al día. Y una alimentación sana capaz de combatir el estrés oxidativo requiere una dieta rica en antioxidantes.
Un antioxidante es una molécula capaz de captar y estabilizar los radicales libres. De fuente endógena o exógena, transfiere un electrón, gracias al cual se combina con el electrón solitario del radical libre. Así, cuando la pareja se (re)forma, esta se estabiliza y ya no hay riesgo de dañar el ADN de las células sanas vecinas porque ya no es necesario robar un electrón. Algunos antioxidantes son producidos naturalmente por el organismo, pero generalmente no son suficientes para combatir la oxidación. Por lo tanto, conviene favorecer una alimentación rica en antioxidantes para inhibir el estrés oxidativo y así retrasar el envejecimiento o la aparición de ciertas patologías.
Existe una escala para medir el potencial antioxidante de los alimentos: ORAC (Capacidad de Absorción de Radicales de Oxígeno), expresada en unidades por 100 g. Los investigadores recomiendan consumir de 3.000 a 5.000 unidades ORAC por día. Algunos alimentos tienen un poder antioxidante notable, como las bayas de goji (índice ORAC 3290/100 g), la cúrcuma (127 068/100 g), los arándanos rojos (9 090/100 g), el chocolate negro (20 816/100 g), las nueces (13 541/100 g), el tomillo (157 380/100 g) o la granada (4 479/100 g). Los alimentos ricos en vitaminas C y E, en ácidos grasos omega 3 y en betacaroteno también son muy eficaces contra el envejecimiento.
¿Garantizan realmente los antioxidantes una buena salud?
El cuerpo mismo produce antioxidantes y enzimas que se supone absorben y previenen el exceso de radicales libres. Algunos de estos antioxidantes tienen la capacidad de estabilizar los radicales libres proporcionándoles el electrón que buscan desesperadamente.
El problema es que a veces nuestro cuerpo está sobrecargado y su sistema de defensa se vuelve insuficiente.
En los años 1990, se realizaron numerosos estudios sobre los efectos de los antioxidantes en la salud. En esa época, algunas observaciones prometedoras dieron lugar a afirmaciones un poco apresuradas… En particular, la industria de los complementos alimenticios utilizó ciertas teorías para alabar los beneficios de los alimentos ricos en polifenoles, cuyas propiedades antioxidantes se demostraron in vitro pero siguen sin pruebas in vivo.
Cuando se dice que los alimentos son buenos para la salud porque contienen antioxidantes, siempre hay que recordar que son solo teorías. De hecho, nada prueba que las moléculas antioxidantes exógenas (como la vitamina A, la vitamina C, la vitamina E, el Q10, los carotenoides, los polifenoles) contenidas en ciertos alimentos combatan realmente el cáncer y otras enfermedades crónicas.
El CBD, una molécula con potencial antioxidante
El CBD (cannabidiol) es un fitocannabinoide sintetizado naturalmente por el cannabis. Su potencial antioxidante ha sido probado en estudios científicos realizados en los últimos años.
Un estudio publicado en 1998 en Estados Unidos destacó las propiedades antioxidantes y neuroprotectoras del CBD. Los investigadores concluyeron que el cannabidiol, el THC y varios cannabinoides sintéticos demostraron ser antioxidantes utilizando voltametría cíclica. Se trata de un procedimiento que mide la capacidad de un compuesto para aceptar o donar electrones a un potencial de tensión variable. El cannabidiol fue más protector contra la neurotoxicidad del glutamato que el ascorbato o el alfa-tocoferol. Esto significa que es un potente antioxidante. Desde entonces, el peligro de los cannabinoides sintéticos ha sido científicamente identificado. De hecho, solo ellos son capaces de provocar la mortalidad por sobredosis de cannabinoides. Por lo tanto, ya no se recomiendan.
En otro estudio publicado en 2019 por investigadores polacos, la eficacia del CBD sobre el estrés oxidativo se explica precisamente por varios mecanismos fisiológicos.
Por un lado, el CBD inhibe la formación de ROS (derivados reactivos del oxígeno, que incluyen los radicales libres) gracias a:
- la inhibición de la actividad de enzimas pro-oxidantes;
- y la interrupción de las reacciones en cadena de los radicales libres.
Por otra parte, el CBD también induce una defensa antioxidante. Esto es posible gracias a:
- el aporte de Zinc y Selenio que sostiene la actividad antioxidante;
- el aumento del nivel de antioxidantes no enzimáticos;
- la inhibición de los cambios oxidativos en los lípidos, las proteínas y el ADN reforzando la actividad enzimática antioxidante.
Pero no solo el CBD es un antioxidante. Los terpenos y los flavonoides, principios activos también sintetizados por el cannabis, tienen propiedades beneficiosas en la lucha contra el envejecimiento celular. El terpeno beta-cariofileno, además de sus efectos antiinflamatorios y relajantes musculares, se considera un antioxidante muy eficaz. También se encuentra en la pimienta negra, el lúpulo, la albahaca, los clavos de olor y el orégano. Finalmente, las semillas de cáñamo también tienen un alto potencial antioxidante debido a su alta concentración de caroteno.
En resumen, el estrés oxidativo es un fenómeno natural, inevitable y responsable del envejecimiento celular. Los antioxidantes ayudan a ralentizar y combatir la degeneración. Aunque están presentes de forma natural en el organismo, se recomienda reforzarlos con alimentos con un alto índice ORAC y suplementos alimenticios. Para aprovechar las propiedades antioxidantes de todos los activos vegetales, y del cannabis en particular, se deben preferir los extractos de amplio espectro porque proporcionan un efecto séquito.